La nueva Ley General de Telecomunicaciones, también conocida como ley antiSPAM, entrará en vigor el 29 de junio. Esta ley, a través de su artículo 66, prohibirá las llamadas comerciales sin consentimiento previo. Según la ley 11/2022, los usuarios tienen derecho a no recibir llamadas no deseadas con fines comerciales, a menos que hayan dado su consentimiento previo o que la comunicación esté amparada por otra base de legitimación. Las empresas que incumplan esta normativa podrían enfrentarse a multas de hasta 100.000 euros para las faltas leves, y hasta 20 millones de euros para los casos más graves.
La ley fue publicada en el BOE el 29 de junio de 2022, dando un plazo de un año a las empresas para adaptarse. A partir de julio, las empresas que sigan realizando estas llamadas sin permiso se enfrentarán a sanciones. La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) será la encargada de perseguir a quienes incumplan la ley.
La normativa también se aplica a los ‘call centers’ fuera de España que llamen a números españoles. En caso de que una empresa realice llamadas comerciales desde el extranjero, la AEPD también podrá actuar. Si las empresas no pagan las multas, se abrirá un proceso por la justicia ordinaria.
A principios de 2023, las principales operadoras de España se unieron en un Código de conducta de autocontrol para dejar de realizar este tipo de llamadas de spam. Sin embargo, la ley permite ciertas excepciones, como las llamadas necesarias para intereses vitales del ciudadano o de interés público, como las encuestas del Instituto Nacional de Estadística o campañas de sensibilización.
Un posible problema con la ley es la «trampa del consentimiento». Las empresas tienen muchas formas de obtener el consentimiento de los usuarios, a veces oculto en la letra pequeña de los términos y condiciones que los usuarios firman sin conocer todos los detalles. Según la AEPD, la obtención de este consentimiento debe ser un «acto afirmativo claro que refleje una manifestación de voluntad libre, específica, informada e inequívoca».